No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

miércoles, 24 de diciembre de 2014

ÍNDICE COMPLETO DE EL POLEMISTA HASTA 2015




AÑO 2014

Outlaw Pete de Bruce Springsteen y Frank Caruso, y, la música ilustrada.


¡No te prives! Defensa de la ciudadanía de Fernando Savater, y, libres e iguales.


La Cocina del Alabardero de Luis de Lezama Barañano, y, no solo Dios se mueve entre pucheros.


La gran vergüenza (La gran vergonya), ascenso y caída del mito Jordi Pujol de Lluis Bassets, Espías de Franco, Josep Pla y Francesc Cambó de Josep Guixà, y, presente y pasado de un proyecto extractivo.


Delizia! La historia épica de la cocina italiana, de John Dickie, y, la necesidad de una gastronomía ilustrada.


1714 Cataluña en la España del siglo XVIII de VVAA, y, la Diada de la frustración.


La cocina de La Moncloa de Julio González de Buitrago, y, en torno a los gustos presidenciales.


Ucrania y Rusia: evolución y contexto del conflicto, de Jorge Navarro, Rusia frente a Ucrania, de Carlos Taibo, y el estado de la cuestión.


No vamos a tragar de Gustavo Duch, El fracking ¡vaya timo! de Manuel Peinado, y, alternativas frente al desastre.


Nosotros, los abajo firmantes de Santos Juliá, y, el intelectual como sujeto colectivo en España.


Historia mínima del País Vasco de Jon Juaristi, una respuesta intelectual al mito nacionalista.


Paciencia e Independencia de Francesc de Carreras, y, “avui paciencia, demà independencia”.


¡Matadlos! de Fernando Reinares, y, 11M, el atentado de Al Qaeda y “sucesores” en España.


Breve historia de los nacionalismos europeos de Javier López Facal, y, “los nacionalismos son como el olor corporal; uno no percibe el propio, sino solo el ajeno”.


La invención del pasado de Miguel-Anxo Murado, una enmienda a la totalidad.


Lo que nos enseñan los sabios gastrónomos de Ismael Díaz Yubero, Recetas para un mundo mejor de Grandes Chefs, y, erudición y solidaridad con buen gusto.


AÑO 2013

Anatomía de un desencuentro o Anatomia d’un desengany de Germà Bel, y los números de Artur Mas.


200 años de cocina de Isabel González Turmo, y, la gastronomía desde la antropología.


Homo economicus de Daniel Cohen, y el darwinismo social como dogma.


Hay vida después de la crisis de José Carlos Díez, y, la alternativa keynesiana.


La conservación cultural de la naturaleza de Jaime Izquierdo Vallina, y el saber campesino como gestión del territorio.


Caricaturas y retratos de Julio Camba, y, el cincuentenario oportuno.


Qué hacemos por una sociedad laica de VVAA, y, ¿hacia un Estado laico?


Sano y salvo de Juan Gervás y Mercedes Pérez Fernández, ¿Quién teme al copago? De Jaume Puig-Junoy, y, políticas sanitarias alternativas son posibles.


Historia mínima de España de Juan Pablo Fusi, y la historia como proceso.


AÑO 2012

Una Europa alemana de Ulrich Beck, y, la nueva dominación alemana.


El laboratorio del miedo de Eduardo González Calleja, y el fenómeno terrorista al día.


Burgesos imperfectes de Jordi Gràcia, y, la defensa de la disidencia intelectual.


Historia religiosa del Occidente medieval de José Ángel García de Cortázar, Vida y visiones de Hildegard von Bingen edición de Victoria Cirlot, y, religión e historia, una relación difícil.


La espiral de la austeridad, España intervenida de Economistas aterrados, y, ¿hay alternativas?


Noche y niebla en el París ocupado de Fernando Castillo, y, la atmósfera de la Ocupación.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2012/10/noche-y-niebla-en-el-paris-ocupado-de.html

Diccionario Akal de la Homofobia dirigido por Louis-George Tin, y, el lastre de la intolerancia.


En deuda de David Graeber, Keynes, su tiempo y el nuestro de Luis Ángel Rojo, y, otra forma de entender la realidad económica.


El nacionalismo ¡vaya timo! de Roberto Augusto, y la trampa nacionalista.


Julian Assange. Autobiografía no autorizada, y el engaño de las apariencias.


Donde Las Hurdes se llaman Cabrera de Ramón Carnicer, y la edición contra el olvido.


México en la encrucijada en Vanguardia Dossier (nº 44), y, ¿hacia delante o hacia atrás?


La energía después de Fukushima de Cristina Narbona y Jordi Ortega, y, el debate que no se puede posponer.


Para entender la cultura vasca de Bruno Camus Bergareche, y, conocer para comprender.


Los días que vivimos peligrosamente de Mariano Guindal, y, profundizando en el desastre.


Posteconomía de Antonio Baños Boncompain, y el desarrollo humano frente al económico.


¡Acabad ya con esta crisis! de Paul Krugman, y, una propuesta para ello.


Bruce Springsteen en España de Jordi Bianciotto y Mar Cortés, y la visión española de Springsteen.


Gente peligrosa de Philipp Blom, Cartas a Eugenia de Holbach, Memoria contra la religión de Meslier, y, la deuda con la otra Ilustración.


Peridis, los mejores dibujos publicados en El País 2004-2011, y una historia gráfica de la Era Zapatero.


Allí donde ETA asesinó de Willy Uribe, y la búsqueda de la libertad cotidiana en Euskadi.


Europa al borde del abismo de Economistas Aterrados, Más allá del Crash de Santiago Niño-Becerra, y la crisis insondable.


Corea del Sur. El pequeño gigante, en Vanguardia Dossier (nº43), y el empuje asiático.


La Constitución de Cádiz, una mirada crítica de Manuel Moreno Alonso, y las diferentes formas de ver 1812.


El arte de vivir ecológico de Wilhem Schmid, de la conciencia planetaria a la ecología inteligente.


Los españoles ante el cambio de José Ignacio Wert, y la transformación de lo mediático en poder.


Gitanas de Claire Auzias, y la sociología de la integración.


Cataluña ante España de Albert Balcells, y la necesidad de diálogo entre Cataluña y el resto de España.


El gentil monstruo de Bruselas de Hans Magnus Enzensberger, y la deriva europea.


Editores, libreros e impresores en el umbral del Nuevo Régimen de Manuel Morán Orti, y los ciclos de cambio tecnológico.


Blanco bueno busca negro pobre de Gustau Nerín, La globalización de las inversiones en África de Adams Bodorno, Historia del Congo de Isidore Ndaywel è Nziem, y presente y futuro de África.


El paradigma digital de Manuel Gil y Joaquín Rodríguez, y el futuro del libro.


El estado del mundo 2012 (Anuario Akal), y como entender el mundo actual.


El declive de Occidente en Vanguardia Dossier (nº42), y el ¿nuevo? orden internacional.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2012/01/el-declive-de-occidente-en-vanguardia.html

AÑO 2011

Alimentos bajo sospecha de Gustavo Duch y las alternativas al modelo alimentario.


La Catalunya Soviètica de Ramon Breu y la fascinación revolucionaria de 1917.


El Comandante de Jürg Amann, y el holocausto sin patologías.


La guerra desde 1900, editado por Jeremy Black, y la Guerra como motor de cambio.


Juan Pablo II y Benedicto XVI de Juan José Tamayo, y el rumbo de la Iglesia católica.


La revolución del Tea Party de Kate Zernike, y el auge de los populismos.


Nueva historia universal de la destrucción de libros de Fernando Báez, Libros y libreros en la Antigüedad de Alfonso Reyes, y, el pasado de los libros.


Raíces profundas editada M.Jesús Fuente y R.Morán, La trampa del velo de Ángeles Ramírez, La lujuria en la iconografía románica de Jesús Herrero Marcos, y la historia de la violencia de género.


El precio de la culpa de Ian Buruma, y las otras memorias históricas.


La próxima década de George Friedman y el futuro inmediato del mundo.


Los fascismos españoles de Joan Maria Thomàs, El ocaso de la verdad coordinado por Antonio C. Moreno Cantano, y la particular historia del fascismo español.


11-S, El mundo diez años después en Vanguardia Dossier (nº41), y ¿en qué hemos cambiado?


Despilfarro de Tristram Stuart, Manual para una economía sostenible de Roberto Bermejo, Agua de Julian Caldecott, y la búsqueda de un planeta sostenible.


Residuals o independents? de Jordi Pujol, y la desafección calculada.


Manifiesto de economistas aterrados (VVAA), Las voces del 15M (VVAA), y el otoño indignado.


Noves glòries a Espanya de Vicent Flor, y, ¿es anticatalana la identidad valenciana?


La historia desde mi balcón de Tomás Alcoverro, y el testimonio directo de los acontecimientos.


China, poder y fragilidad en Vanguardia Dossier (nº40), y las dudas sobre su futuro.


¡Comprometeos! De Stéphane Hessel y los movimientos de Indignados.


Comer animales de J. Safran, Los productos naturales ¡Vaya timo! De J.M Mulet, Lo que hay que tragar de G. Duch, y, ¿Pensamos lo que comemos?


Entender la guerra en el siglo XXI de F. Aznar Fernández-Montesinos, El Club de Lectura de los Oficiales Novatos de Patrick Hennessey, y la guerra que viene.


Palabras como puños dirigida por Fernando del Rey, y la visión objetiva de la Segunda República.


La belleza y el dolor de la batalla de Peter Englund, y el universo sentimental de la historia.


De cómo la CIA eliminó a Carrero Blanco y nos metió en Irak de Anna Grau, El amigo americano de Charles Powell, y el papel de EEUU en el franquismo y la Transición española.


La república islámica de España de Pilar Rahola, Nómada de Ayaan Iris Ali, y el Islam en Occidente.


Toros sí de Salvador Boix, y la defensa de la tauromaquia.


La mort de Bèlgica de Marc Gafarot, y en busca de Cataluñistán


Europa contra Europa de Julián Casanova y la amenaza totalitaria.


Catalunya, España. Encuentros y desencuentros de José Enrique Ruiz-Domènec, y la desafección creciente.


Yo maté a Sherezade de Joumana Haddad, Las tradiciones que no amaban a las mujeres de Mª. Teresa Gómez-Limón.- La Mujer en mundo árabe y el feminismo que viene.


El espejismo nuclear de Marcel Coderch y Núria Almiron y, ¿Nuclear? No sé, gracias.


2011, La Revuelta árabe en Vanguardia Dossier(nº39) y el estado de la cuestión.


Belgistán de Jacobo de Regoyos, y el nacionalismo que viene.


¡Indignaos! de Stéphane Hessel y los últimos coletazos del siglo XX.


El Planeta de los estúpidos de Juan López de Uralde, y el ecologismo que viene.


La España de los otros españoles de Carles Bonet y el encaje de Cataluña en España.


La Santa Ignorancia de Olivier Roy y las revueltas en el mundo árabe.


Las torres del honor de Gabriel Cardona, y el papel del Rey en el 23F.


La nación inventada de Arsenio e Ignacio Escolar, y los mitos nacionales.


A favor de los toros de Jesús Mosterín, y la tauromaquia.


España, capital París de Germá Bel y el debate autonómico

http://elpolemista.blogspot.com.es/2011/01/espana-capital-paris-de-germa-bel-y-el.html

 

martes, 23 de diciembre de 2014

Outlaw Pete de Bruce Springsteen y Frank Caruso, y, la música ilustrada.


Cuando uno lleva toda una vida “militando” en la música de Bruce Springsteen y humildemente hace un blog de libros como El Polemista, difícilmente deja pasar la primera obra escrita de su ídolo. Pero háganme caso y antes de abrir el libro del que les hablo, Outlaw Pete (Ed. Urano), preparen la primera pista de Working on a Dream (2009), canción que da vida al libro, porque este debe escucharse mientras se lee, y ya verán que ocho minutos pasan. Créanme y háganlo así.
Inspirado en el cuento infantil Brave Cowboy Bill, la canción, (y por tanto este libro), Outlaw Pete, es el drama musical de un forajido que desde prácticamente su nacimiento vivirá una carrera criminal que arrastrará durante toda su vida y que le perseguirá implacablemente. La canción, toda una historia completa de momentos de una gran intensidad musical y una fuerte influencia del western, tanto musical (Morricone) como filmado y escrito, es perfectamente llevada al papel a través de los dibujos de Frank Caruso, ilustrador de largo recorrido y que ha sabido captar perfectamente los aspectos más dramáticos de una historia que ni musical, ni bibliográficamente dejará indiferente a nadie, especialmente a los fans de Bruce Springsteen, que no dudo ni por un segundo, que después de los ocho minutos irrepetibles de la primera lectura, podrán devorar el epílogo del propio Springsteen:
“Outlaw Pete es esencialmente la historia de un hombre que intenta sobrellevar y sobrevivir a sus pecados. Él desafía al destino tratando de dejar atrás sus venenos, su toxicidad. Por supuesto, eso es imposible. A donde vamos, ellos van. Lo único que puedes hacer es aprender a convivir con ellos. De lo bien o mal que lo hagamos, y de nuestro nivel de fortaleza de cuerpo y alma, dependerá la alegría que podamos llevar a nuestras vidas.”
Y la mínima introducción de Dave Marsh, el mejor biógrafo de Springsteen, deja cuestiones como esta:
“Las preguntas acerca del destino permanecen sin contestar, como debe ser. Detalles que pasan sin darse cuenta para la mayoría en la letra de la canción, se convierten en centrales.”
La edición, preciosa, incluye traducción del texto y hace que un libro ilustrado para todas las edades se convierta en un placer sensitivo que acaba siendo emocional.

Contaba hace muy poco Bruce Springsteen a New York Times (en El País http://cultura.elpais.com/cultura/2014/11/21/actualidad/1416565687_459485.html) que su primera lectura había sido El mago de Oz, y la última Moby Dick. En aquella conversación el genio de New Jersey mostraba una relación con los libros muy sorprendente, pero sobre todo una madurez intelectual que con total seguridad nos va a deparar más sorpresas, porque Bruce Springsteen ni quiere ni puede dejar de crecer y este libro, como el video de Hunter of Invisible Game y su iniciación en la dirección cinematográfica por leve que esta haya sido, son clara muestra de ello.
“La lucha de los hombres y las mujeres para contestar a las preguntas más profundas que podemos plantearnos me parece liberadora”.
Y los que le amamos felices, claro.


 


OUTLAW PETE

He was born a little baby on the Appalachian Trail
At six months old he'd done three months in jail
He robbed a bank in his diapers and his little bare baby feet
All he said was "Folks my name is Outlaw Pete."
I'm Outlaw Pete, I'm Outlaw Pete, can you hear me?

At twenty-five a Mustang pony he did steal
And he rode her 'round and 'round on heaven's wheel
Father Jesus I'm an outlaw, killer and a thief
And I slow down only to sow my grief
I'm Outlaw Pete, I'm Outlaw Pete, can you hear me?

He cut his trail of tears across the countryside
And where he went women wept and men died

One night he woke from a vision of his own death
Saddled his pony and rode her deep into the West
Married a Navajo girl and settled down on the res
And as the snow fell he held their beautiful daughter to his chest
I'm Outlaw Pete, I'm Outlaw Pete, can you hear me?
Can you hear me?
Can you hear me?

Out of the East on an Irish stallion came bounty hunter Dan
His heart quickened and burned by the need to get his man
He found Pete peacefully fishing by the river, pulled his gun and got the drop
He said, "Pete you think you've changed but you have not."

He cocked his pistol, pulled the trigger and shouted "let it start"
Pete drew a knife from his boot, threw it, and pierced Dan through the heart
Dan smiled as he lay in his own blood dying in the sun
And whispered in Pete's ear, "We cannot undo these things we've done."
You're Outlaw Pete, you're Outlaw Pete, Can you hear me?
Can you hear me?
Can you hear me?

For forty days and nights Pete rode and did not stop
Till he sat high upon an icy mountaintop
He watched the hawk on a desert updraft, slip and slide
Moved to the edge and dug his spurs deep into his pony's side

Some say Pete and his pony vanished over the edge
And some say they remain frozen high up on that icy ledge
The young Navajo girl washes in the river, skin so fair
And braids a piece of Pete's buckskin chaps into her hair
Outlaw Pete, Outlaw Pete, Can you hear me?
Can you hear me?
Can you hear me?
Can you hear me?
Can you hear me?
Can you hear me?
Can you hear me?
Can you hear me?
Can you hear me?
Can you hear me?
Can you hear me?
Can you hear me?
Can you hear me?

martes, 16 de diciembre de 2014

¡No te prives! Defensa de la ciudadanía de Fernando Savater, y, libres e iguales.


Es curioso el cambio en la relación que a lo largo de su evolución ideológica sufre un lector de Fernando Savater con el paso del tiempo. A ello contribuye el afán de protagonismo del filósofo, que si bien cuando es provocador  es estimulante, puede llegar también a rozar el ridículo en el intento (miren Tauroética, Turpial 2010).
No es el caso en este ¡No te prives! Defensa de la ciudadanía (Ed. Ariel), se trata de un auténtico ejercicio de racionalismo jacobino llevado a la situación actual; es una recopilación de textos publicados en diferentes medios de comunicación (El País, Tiempo, El Correo, Diario Vasco…) que llegan en el tiempo hasta la reciente abdicación del Rey  y el debate generado sobre la reforma de nuestra forma de Estado.
Ya el prólogo del propio autor es un texto que da cuerpo al conjunto, no tiene desperdicio, es un ejercicio de lectura crítica, razonada y sosegada de un gran valor:
Fernando Savater se muestra indignado por el trato y la manipulación de la idea de ciudadanía en un contexto de desinterés e ignorancia al respecto:
“… quienes más se llenan la boca proclamando la importancia de los ciudadanos y exaltando su derecho a decidir, son los que más activamente desconocen sus libertades para supeditarles a entidades fabulosas como “pueblos”, “identidades” y otras restricciones colectivistas de su verdadera capacidad emancipatoria.”
La ciudadanía democrática es un reconocimiento por el Estado del que nos hemos dotado de nuestros derechos, deberes y garantías y no están basados en la identidad cultural, étnica, ideológica, religiosa o racial, sino como miembros de una institución constitucionalmente vigente que establece las reglas del juego con las que operamos. Esa ciudadanía constitucional es el marco de la obligación política que caracteriza la democracia moderna y que ha logrado el máximo histórico de libertad personal  institucionalizada colectivamente. En el caso español, la Constitución es su institucionalización fundamental, podría ser modificada siguiendo los requisitos legales para ello, pero en ningún caso puede ser vehículo de identidades preestablecidas en lugar de la posición de partida para adquirirlas personalmente a partir de la ley común, lo contrario sería renunciar a ser ciudadanos con libre elección para convertirnos en nativos o creyentes.
Savater es crítico con quienes diferencian a la ciudadanía de los políticos culpando a los segundos en exclusiva de la desafección, “en democracia políticos somos todos”, de la desconfianza que genera el Estado y la mitificación de los lazos afectivos frente a los legales y lamenta especialmente el olvido de los requisitos de nuestra ciudadanía en las pretensiones separatistas de los nacionalismos catalán y vasco:
“De este malbaratamiento de la ciudadanía frente a los nacionalismos disgregadores, yo no puedo por menos de culpar especialmente a los partidos de izquierda. Siempre he considerado a la derecha proclive a creer en una nación anclada en el pasado, hecha de tradiciones, héroes y agravios mal curados, sea una nación ya convertida en Estado o que aspira a serlo(…)Pero son los partidos de izquierda, si son verdaderamente progresistas (ya sabemos que todas las izquierdas no lo son), deberían tener sus raíces en el futuro, no en el pasado, y apostar por un Estado pluralista en el cual lo distintivamente nacional forma parte de la cultura pero no determina la política: es decir, que viene después de la ciudadanía constitucional, no antes.” Y pone como ejemplo lo ridículo que supone observar a quien considera a la monarquía “una antigualla solo aceptable” por pragmatismo pero no aplique el mismo rasero a los “derechos históricos” o a los “pueblos preconstitucionales”. Cita en concreto la para él decepcionante actuación política de los socialistas tanto en Euskadi como en Cataluña, en este segundo caso siendo obvio que quizá Rajoy no sea capaz de resolver la situación (sus críticos en este campo tampoco), pero tampoco la ha creado él.
En ¡No te prives! Defensa de la ciudadanía Fernando Savater plantea, en primer lugar, defender sin remilgos ni circunloquios a España, no desde casticismos (héroes, batallas, glorias históricas, deportivas… que son equivalentes históricos a las leyendas, victorias y victimismos históricos, étnicos…) sino como el Estado de derecho que sirve de anclaje institucional a nuestra ciudadanía, más allá del afecto cultural o sentimental que cada cual pueda sentir legítimamente por ella. Apela a Julián Marías en su genial comparación, formar parte de una nación no implica ser nacionalista como tener apéndice no implica padecer apendicitis. En cuanto al “derecho a decidir” es algo consustancial a la democracia misma, no así el derecho a decidir de una parte por todos en asuntos de interés general como la independencia de Cataluña.
“Entender una ciudadanía mediatizada por regiones o corporaciones ideológicas pre-estatales es volver a una democracia orgánica, o sea, a la pseudodemocracia inventada por el franquismo.”
Aplicar las leyes y hacerlas cumplir no es incurrir en una tiranía, esta corresponde muy al contrario a quienes pretenden saltarse leyes e instituciones porque no le agradan, y aunque no sean propiamente violentas, tampoco son pacíficas puesto que obligan a la autoridad democráticamente constituida al uso legítimo de la fuerza o a la rendición ignominiosa.
“No estamos viviendo un pulso entre el Gobierno y los nacionalistas, sino un jaque a los derechos y libertades de cada uno de nosotros…”
Pues el lector de esta reseña puede hacerse a la idea del valor del contenido de este ¡No te prives! solo con ver el del prólogo, después vienen más de cuarenta artículos sin desperdicio, una primera parte dedicada a asuntos generales, una segunda al País Vasco y el paisaje tras ETA, y la tercera sobre el conflicto creado por el nacionalismo catalán.
Algunas muestras:
Indignación a la española: “La indignación no basta. Como señaló Spinoza, lo importante no es detestar o aplaudir, reír o llorar, SINO ENTENDER. Más Spinoza y menos Hessel, por favor.” En El Polemista reseña y crítica en su día de ¡Indignaos! (http://elpolemista.blogspot.com.es/2011/03/indignaros-de-stephane-hessel-y-los.html) y de ¡Comprometeos!(http://elpolemista.blogspot.com.es/2011/06/comprometeos-de-stephane-hessel-y-los.html ) de Stéphane Hessel.
Más polémico si cabe, allá donde Savater necesitaba provocar más que hacer pedagogía y parece olvidar que históricamente es demostrable que el mayor grado de descentralización en España ha coincidido con sus mejores cotas democráticas, especialmente en las últimas décadas, lo que no quita que la flexibilidad en la observancia normativa siempre beneficie a quien la vulnera, lección que es mejor aprender por error en positivo que en negativo por ruptura:
“A mi entender, uno de los motivos de este aburguesamiento educativo es la puesta de la escuela al servicio de una interpretación balcanizante y neocaciquil de las autonomías. Lo que se imaginó como una descentralización que agilizaría la gestión regional y consolidaría el efectivo pluralismo del país se ha convertido en la multiplicación contrapuesta de miniestatismos que abogan por la diversidad hacia afuera y el monolitismo hacia adentro.”
Fernando Savater provoca y también da, bromeando con sus propios argumentos se podría decir que obviamente no es violento pero obliga al uso legítimo de la violencia reflexiva o a la rendición; tras la muerte este 2014 de Adolfo Suárez, Presidente del Gobierno de España (1976-1981):
“Mucha de la gente que ha lamentado públicamente la muerte del ex presidente (dejemos de lado a los plañideros oportunistas y a la gentuza que le ha negado el mínimo silencio respetuoso  porque no aguanta ninguna unanimidad que refuerce la convivencia democrática) ha deplorado que ahora haya políticos como él, de los que se ocupaban de las necesidades del pueblo. Por mi parte, lo que echo en falta es más bien aquel pueblo de ciudadanos aún sin ciudadanía que respaldó y posibilitó la Transición, ese pueblo que comprendía las necesidades de la política y computaba como triunfos las concesiones de los políticos siempre que fueran positivamente conciliadoras…”
Y el filósofo vasco valiente, que ante la inmundicia de ETA y su entorno siempre ha dado la cara (y perdón por la extensión de la cita, pero lo merece):
¿Hay que aprender a convivir, como aseguran algunos? Es una recomendación bastante ofensiva para la mayoría de los vascos, que hemos convivido y convivimos normalmente con quienes tienen opiniones distintas a la nuestras. Los que han pretendido impedir la convivencia son unos cuantos: los terroristas, los apologetas de los terroristas y los que se han dedicado a embrutecer a los jóvenes a fin de conseguir carne de cañón para el terrorismo. Antes nos vendieron la inevitabilidad del conflicto armado y ahora van a vendernos la del conflicto político, que consiste en presentar su proyecto de país -discutible siempre y a veces delirante- como un derecho inalienable sin cuya aceptación toda paz será incompleta; y exigir diálogo, que en su lenguaje viene a ser sentarse en una mesa servida por ellos y darles resignadamente la razón. Pues va a ser que no. Aquí estamos los que -desde la convivencia, claro- nos esforzaremos porque tampoco esta vez se salgan con la suya.”
Y del “derecho a decidir” tan repetido desde el metalenguaje que el nacionalismo catalán se niega a llamarlo por su nombre, derecho de autodeterminación:
“…
que en realidad consiste en la exclusión del derecho a decidir del resto de los españoles sobre algo que les afecta indudablemente, como la posible independencia de Cataluña. Según tal planteamiento, es impecablemente democrático que una gran mayoría de los ciudadanos del país del que hasta hoy forman parte –y no precisamente desde ayer– deban verse privados de voz y voto respecto a una pérdida crucial de su soberanía. Creo que hablar de individualismo colectivista insolidario y posesivo no es muy desacertado para caracterizarlo.”
¿Y quién se resiste tras tan larga reseña a citar su epílogo Hacia una Europa de ciudadanos? :
“La ciudadanía por la que merece la pena luchar es aquella según la cual el individuo obtiene  derecho a la participación política, la protección social y los servicios básicos sin abstracción de cualquiera de sus determinaciones previas genealógicas, étnicas, culturales, de género, etc…Se es sujeto de derechos y deberes no por ser alguien predeterminado sino como cualquiera y como todos, sin que se le pregunte a nadie quien es sino solo si se compromete a cumplir las leyes que le permitirán compartir el presente y el futuro con los demás. Una vez que acepte este fundamento común de ciudadanía, está en libertad de elegir sus identidades sucesivas y revocables en materia política, religiosa, cultural, erótica, etc…”
Alguien imaginó a Fernando Savater cual “sans culote”, con la escarapela y un libro de Voltaire bajo el brazo, la máxima expresión del jacobinismo, y estoy seguro de que aquella imagen le hizo feliz, como también lo estoy de que nos hace falta creer más en los Estados democráticos creados para garantía de ciudadanos libres e iguales. Así se explica que este ¡No te prives! Defensa de la ciudadanía en portada e interiores no deje de repetir la frase: “A todos los ciudadanos que no quieren dejar de serlo”.

Este libro aporta especialmente por el momento, es decir, es un libro de absoluta actualidad y necesario para todos aquellos que renuncian al ejercicio racional de la realidad en favor del sentimental para más allá del acuerdo o desacuerdo encontrar un espacio de reflexión, y desde luego para quienes gocen del “revolcón” intelectual sea cual sea su diferencia con el autor. Y ello destacando que una vez más, el diagnóstico de Savater, pretende hacer realidad máximas que sin algunos de los elementos subjetivos que él repudia no sería posible llevarlas a cabo.
España vive un momento donde son posibles verdaderas penalidades del sentido democrático como nacionalismos periféricos liderados por personajes como Artur Mas, ya en pleno desinflado desde su teatralización de consulta el pasado nueve de noviembre y la constatación de que ni en las más extremas condiciones de movilización que incluían la campaña total y absoluta, visitas puerta a puerta, llamadas telefónicas a todo votante potencial, invasión del espacio público y la casi obligatoriedad de participación incluida la tergiversación de censos, datos, localizaciones y recuentos (se ampliaba el voto a menores de dieciséis años y se incluían en el censo a cientos de miles de inmigrantes, y tanto la elaboración de la supuesta pregunta, el desarrollo electoral, el procesado, vigilancia y recuento lo realizaban sus organizadores partidarios de una única opción), no lograba ni un triste tercio del censo catalán real en lo que resulta una constatación contundente de lo minoritario del independentismo en Cataluña, y lo que representa a populismos mesiánicos negadores de la democracia representativa, “ni de izquierdas ni de derechas” (nada que ver con la orteguiana diferencia entre “ser” y “posicionarse” personalmente en el espacio ideológico), del pueblo frente a la casta, férreamente liderados por “juventudes innovadoras”…, y no, no les hablo de los falangistas de los años treinta, les hablo de Podemos, un fenómeno que aunque tengo claro que será efímero, no deja de ser representativo del momento que vivimos. ¡Pero lo peor es que no hace falta irse a ocurrencias o alternativas consecuencia de la crisis para constatar el nulo valor que hoy tiene la condición ciudadana!
Y algunos, aunque lo hagamos desde posiciones nada ruidosas, no renunciamos a nuestra ciudadanía ni a la de nuestros conciudadanos, y seguiremos defendiéndolas aunque sea polemizando con libros aquí, en El Polemista.

 En el índice de El Polemista encontrarán numerosas reseñas sobre libros relacionados con estad cuestiones: http://elpolemista.blogspot.com.es/2014/07/indice-completo-de-el-polemista-hasta.html