No creo que sea completamente inútil para contribuir a la solución de los problemas políticos distanciarse de ellos algunos momentos, situándolos en una perspectiva histórica. En esta virtual lejanía parecen los hechos esclarecerse por sí mismos y adoptar espontáneamente la postura en que mejor se revela su profunda realidad.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET

martes, 22 de diciembre de 2015

ÍNDICE COMPLETO DE EL POLEMISTA HASTA 2016


AÑO 2015

¿Está en declive la democracia liberal? en Vanguardia Dossier (nº 59), y, razones para el pesimismo.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2015_12_01_archive.html

Populismos, una defensa de lo indefendible de Chantal Delsol, El Populismo de Loris Zanatta, y la anti Ilustración como rebelión contra lo real.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2015/11/populismos-una-defensa-de-lo.html

París-Modiano. De la Ocupación a Mayo del 68 de Fernando Castillo, y, un historiador en el mundo de Patrick Modiano.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2015/11/paris-modiano-de-la-ocupacion-mayo-del.html

Contra el poder. Conflictos y movimientos sociales en la historia de España de Juan Sisinio Pérez Garzón, y conflicto social frente a conflicto político.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2015/11/contra-el-poder-conflictos-y.html

Refugiados, otro proyecto que desafía a Europa en Vanguardia Dossier (especial, nº 58), y, ¿una amenaza interior y exterior?

http://elpolemista.blogspot.com.es/2015/10/refugiados-otro-proyecto-que-desafia.html

Los tesoros de Bruce Springsteen de Meredith Ochs, y la biografía ilustrada.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2015/10/los-tesoros-de-bruce-springsteen-de.html

¿Cataluña en la encrucijada? No lo creo. Por Jorge Navarro Cañada

http://elpolemista.blogspot.com.es/2015/09/cataluna-en-la-encrucijada-no-lo-creo_1.html

Bumerán Chávez: Los fraudes que llevaron al colapso de Venezuela de Emili J. Blasco, y, enmienda a la totalidad del “paraíso” bolivariano.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2015/07/bumeran-chavez-los-fraudes-que-llevaron.html

Grecia en el aire de Pedro Olalla, y, la desafección erudita.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2015/06/grecia-en-el-aire-de-pedro-olalla-y-la.html

Gastronomía de Madrid: Cocina, historia y tradición de Ismael Díaz Yubero, y, reivindicando lo autóctono.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2015/05/gastronomia-de-madrid-cocina-historia-y.html

Historia de la edición en España 1939-1975 dirigida por Jesús A. Martínez, y, editar bajo una dictadura.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2015/04/historia-de-la-edicion-en-espana-1939_37.html

Jerusalén de Yotam Ottolenghi y Sami Tamimi, y, la cocina como arma de comprensión masiva.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2015/03/jerusalen-de-yotam-ottolenghi-y-sami.html

Medicina sin engaños de J.M. Mulet, y, frente a la homeopatía, curanderos, charlatanes, pseudociencias… ¡Ciencia!

http://elpolemista.blogspot.com.es/2015/02/medicina-sin-enganos-de-jm-mulet-y.html

ISIS El retorno de la Yihad de Patrick Cockburn, y, JE SUIS CHARLIE.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2015/01/isis-el-retorno-de-la-yihad-de-patrick.html

AÑO 2014
Outlaw Pete de Bruce Springsteen y Frank Caruso, y, la música ilustrada.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2014/12/outlaw-pete-de-bruce-springsteen-y.html

¡No te prives! Defensa de la ciudadanía de Fernando Savater, y, libres e iguales.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2014/12/no-te-prives-defensa-de-la-ciudadania.html

La Cocina del Alabardero de Luis de Lezama Barañano, y, no solo Dios se mueve entre pucheros.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2014/11/la-cocina-del-alabardero-de-luis-de.html

La gran vergüenza (La gran vergonya), ascenso y caída del mito Jordi Pujol de Lluis Bassets, Espías de Franco, Josep Pla y Francesc Cambó de Josep Guixà, y, presente y pasado de un proyecto extractivo.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2014/10/la-gran-verguenza-ascenso-y-caida-del.html

Delizia! La historia épica de la cocina italiana, de John Dickie, y, la necesidad de una gastronomía ilustrada.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2014/10/delizia-la-historia-epica-de-la-cocina.html

1714 Cataluña en la España del siglo XVIII de VVAA, y, la Diada de la frustración.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2014/09/1714-cataluna-en-la-espana-del-siglo.html

La cocina de La Moncloa de Julio González de Buitrago, y, en torno a los gustos presidenciales.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2014/09/la-cocina-de-la-moncloa-de-julio.html

Ucrania y Rusia: evolución y contexto del conflicto, de Jorge Navarro, Rusia frente a Ucrania, de Carlos Taibo, y el estado de la cuestión.

http://elpolemista.blogspot.com.es/2014/06/ucrania-y-rusia-evolucion-y-contexto.html

No vamos a tragar de Gustavo Duch, El fracking ¡vaya timo! de Manuel Peinado, y, alternativas frente al desastre.
Nosotros, los abajo firmantes de Santos Juliá, y, el intelectual como sujeto colectivo en España.
Historia mínima del País Vasco de Jon Juaristi, una respuesta intelectual al mito nacionalista.
Paciencia e Independencia de Francesc de Carreras, y, “avui paciencia, demà independencia”.
¡Matadlos! de Fernando Reinares, y, 11M, el atentado de Al Qaeda y “sucesores” en España.
Breve historia de los nacionalismos europeos de Javier López Facal, y, “los nacionalismos son como el olor corporal; uno no percibe el propio, sino solo el ajeno”.
La invención del pasado de Miguel-Anxo Murado, una enmienda a la totalidad.
Lo que nos enseñan los sabios gastrónomos de Ismael Díaz Yubero, Recetas para un mundo mejor de Grandes Chefs, y, erudición y solidaridad con buen gusto.
AÑO 2013
Anatomía de un desencuentro o Anatomia d’un desengany de Germà Bel, y los números de Artur Mas.
200 años de cocina de Isabel González Turmo, y, la gastronomía desde la antropología.
Homo economicus de Daniel Cohen, y el darwinismo social como dogma.
Hay vida después de la crisis de José Carlos Díez, y, la alternativa keynesiana.
La conservación cultural de la naturaleza de Jaime Izquierdo Vallina, y el saber campesino como gestión del territorio.
Caricaturas y retratos de Julio Camba, y, el cincuentenario oportuno.
Qué hacemos por una sociedad laica de VVAA, y, ¿hacia un Estado laico?
Sano y salvo de Juan Gervás y Mercedes Pérez Fernández, ¿Quién teme al copago? De Jaume Puig-Junoy, y, políticas sanitarias alternativas son posibles.

Historia mínima de España de Juan Pablo Fusi, y la historia como proceso.
AÑO 2012
Una Europa alemana de Ulrich Beck, y, la nueva dominación alemana.
El laboratorio del miedo de Eduardo González Calleja, y el fenómeno terrorista al día.
Burgesos imperfectes de Jordi Gràcia, y, la defensa de la disidencia intelectual.
Historia religiosa del Occidente medieval de José Ángel García de Cortázar, Vida y visiones de Hildegard von Bingen edición de Victoria Cirlot, y, religión e historia, una relación difícil.
La espiral de la austeridad, España intervenida de Economistas aterrados, y, ¿hay alternativas?
Noche y niebla en el París ocupado de Fernando Castillo, y, la atmósfera de la Ocupación.
http://elpolemista.blogspot.com.es/2012/10/noche-y-niebla-en-el-paris-ocupado-de.html
Diccionario Akal de la Homofobia dirigido por Louis-George Tin, y, el lastre de la intolerancia.
En deuda de David Graeber, Keynes, su tiempo y el nuestro de Luis Ángel Rojo, y, otra forma de entender la realidad económica.
El nacionalismo ¡vaya timo! de Roberto Augusto, y la trampa nacionalista.
Julian Assange. Autobiografía no autorizada, y el engaño de las apariencias.
Donde Las Hurdes se llaman Cabrera de Ramón Carnicer, y la edición contra el olvido.
México en la encrucijada en Vanguardia Dossier (nº 44), y, ¿hacia delante o hacia atrás?
La energía después de Fukushima de Cristina Narbona y Jordi Ortega, y, el debate que no se puede posponer.
Para entender la cultura vasca de Bruno Camus Bergareche, y, conocer para comprender.
Los días que vivimos peligrosamente de Mariano Guindal, y, profundizando en el desastre.
Posteconomía de Antonio Baños Boncompain, y el desarrollo humano frente al económico.
¡Acabad ya con esta crisis! de Paul Krugman, y, una propuesta para ello.
Bruce Springsteen en España de Jordi Bianciotto y Mar Cortés, y la visión española de Springsteen.
Gente peligrosa de Philipp Blom, Cartas a Eugenia de Holbach, Memoria contra la religión de Meslier, y, la deuda con la otra Ilustración.
Peridis, los mejores dibujos publicados en El País 2004-2011, y una historia gráfica de la Era Zapatero.
Allí donde ETA asesinó de Willy Uribe, y la búsqueda de la libertad cotidiana en Euskadi.
Europa al borde del abismo de Economistas Aterrados, Más allá del Crash de Santiago Niño-Becerra, y la crisis insondable.
Corea del Sur. El pequeño gigante, en Vanguardia Dossier (nº43), y el empuje asiático.
La Constitución de Cádiz, una mirada crítica de Manuel Moreno Alonso, y las diferentes formas de ver 1812.
El arte de vivir ecológico de Wilhem Schmid, de la conciencia planetaria a la ecología inteligente.
Los españoles ante el cambio de José Ignacio Wert, y la transformación de lo mediático en poder.
Gitanas de Claire Auzias, y la sociología de la integración.
Cataluña ante España de Albert Balcells, y la necesidad de diálogo entre Cataluña y el resto de España.
El gentil monstruo de Bruselas de Hans Magnus Enzensberger, y la deriva europea.
Editores, libreros e impresores en el umbral del Nuevo Régimen de Manuel Morán Orti, y los ciclos de cambio tecnológico.
Blanco bueno busca negro pobre de Gustau Nerín, La globalización de las inversiones en África de Adams Bodorno, Historia del Congo de Isidore Ndaywel è Nziem, y presente y futuro de África.
El paradigma digital de Manuel Gil y Joaquín Rodríguez, y el futuro del libro.
El estado del mundo 2012 (Anuario Akal), y como entender el mundo actual.
El declive de Occidente en Vanguardia Dossier (nº42), y el ¿nuevo? orden internacional.
http://elpolemista.blogspot.com.es/2012/01/el-declive-de-occidente-en-vanguardia.html
AÑO 2011
Alimentos bajo sospecha de Gustavo Duch y las alternativas al modelo alimentario.

La Catalunya Soviètica de Ramon Breu y la fascinación revolucionaria de 1917.
El Comandante de Jürg Amann, y el holocausto sin patologías.
La guerra desde 1900, editado por Jeremy Black, y la Guerra como motor de cambio.
Juan Pablo II y Benedicto XVI de Juan José Tamayo, y el rumbo de la Iglesia católica.
La revolución del Tea Party de Kate Zernike, y el auge de los populismos.
Nueva historia universal de la destrucción de libros de Fernando Báez, Libros y libreros en la Antigüedad de Alfonso Reyes, y, el pasado de los libros.
Raíces profundas editada M.Jesús Fuente y R.Morán, La trampa del velo de Ángeles Ramírez, La lujuria en la iconografía románica de Jesús Herrero Marcos, y la historia de la violencia de género.
El precio de la culpa de Ian Buruma, y las otras memorias históricas.
La próxima década de George Friedman y el futuro inmediato del mundo.
Los fascismos españoles de Joan Maria Thomàs, El ocaso de la verdad coordinado por Antonio C. Moreno Cantano, y la particular historia del fascismo español.
11-S, El mundo diez años después en Vanguardia Dossier (nº41), y ¿en qué hemos cambiado?
Despilfarro de Tristram Stuart, Manual para una economía sostenible de Roberto Bermejo, Agua de Julian Caldecott, y la búsqueda de un planeta sostenible.
Residuals o independents? de Jordi Pujol, y la desafección calculada.
Manifiesto de economistas aterrados (VVAA), Las voces del 15M (VVAA), y el otoño indignado.
Noves glòries a Espanya de Vicent Flor, y, ¿es anticatalana la identidad valenciana?
La historia desde mi balcón de Tomás Alcoverro, y el testimonio directo de los acontecimientos.
China, poder y fragilidad en Vanguardia Dossier (nº40), y las dudas sobre su futuro.
¡Comprometeos! De Stéphane Hessel y los movimientos de Indignados.
Comer animales de J. Safran, Los productos naturales ¡Vaya timo! De J.M Mulet, Lo que hay que tragar de G. Duch, y, ¿Pensamos lo que comemos?
Entender la guerra en el siglo XXI de F. Aznar Fernández-Montesinos, El Club de Lectura de los Oficiales Novatos de Patrick Hennessey, y la guerra que viene.
Palabras como puños dirigida por Fernando del Rey, y la visión objetiva de la Segunda República.
La belleza y el dolor de la batalla de Peter Englund, y el universo sentimental de la historia.
De cómo la CIA eliminó a Carrero Blanco y nos metió en Irak de Anna Grau, El amigo americano de Charles Powell, y el papel de EEUU en el franquismo y la Transición española.
La república islámica de España de Pilar Rahola, Nómada de Ayaan Iris Ali, y el Islam en Occidente.
Toros sí de Salvador Boix, y la defensa de la tauromaquia.
La mort de Bèlgica de Marc Gafarot, y en busca de Cataluñistán
Europa contra Europa de Julián Casanova y la amenaza totalitaria.
Catalunya, España. Encuentros y desencuentros de José Enrique Ruiz-Domènec, y la desafección creciente.
Yo maté a Sherezade de Joumana Haddad, Las tradiciones que no amaban a las mujeres de Mª. Teresa Gómez-Limón.- La Mujer en mundo árabe y el feminismo que viene.
El espejismo nuclear de Marcel Coderch y Núria Almiron y, ¿Nuclear? No sé, gracias.
2011, La Revuelta árabe en Vanguardia Dossier(nº39) y el estado de la cuestión.
Belgistán de Jacobo de Regoyos, y el nacionalismo que viene.
¡Indignaos! de Stéphane Hessel y los últimos coletazos del siglo XX.
El Planeta de los estúpidos de Juan López de Uralde, y el ecologismo que viene.
La España de los otros españoles de Carles Bonet y el encaje de Cataluña en España.
La Santa Ignorancia de Olivier Roy y las revueltas en el mundo árabe.
Las torres del honor de Gabriel Cardona, y el papel del Rey en el 23F.
La nación inventada de Arsenio e Ignacio Escolar, y los mitos nacionales.
A favor de los toros de Jesús Mosterín, y la tauromaquia.
España, capital París de Germá Bel y el debate autonómico



viernes, 11 de diciembre de 2015

¿Está en declive la democracia liberal? en Vanguardia Dossier (nº 59), y, razones para el pesimismo.


La Democracia no se encuentra en declive pero hay razones para pensar que hay sectores de la población en numerosos Estados democráticos que parecen presentar muestras de “aburrimiento” con las democracias liberales y es indiscutible el auge de populismos de toda ralea que no encuentran en el marco de estas satisfacción a sus anhelos dando paso a fundamentalismos ideológicos y morales y el bodrio anti elitista, anti intelectual o anti técnicista gana cada día más espacios y partidos de escasa calidad democrática tanto en su funcionamiento como en sus programas y sus mensajes ganan protagonismo: desde Podemos en España al Frente Popular francés (este es uno de los casos más preocupantes), pasando por el grotesco Beppe Grillo (M5S), los griegos de Syriza, las extremas derechas del Norte de Europa, los nacionalismos periféricos delirantes como el catalán… los ejemplos son numerosos, fuera de Europa hay casos que van desde los gobiernos bolivarianos de Sudamérica al Tea Party americano.
El tema de los populismos se ha tratado en varias ocasiones en El Polemista, la última con las reseñas de Populismos, una defensa de lo indefendible de Chantal Delson o El Populismo de Loris Zanatta: http://elpolemista.blogspot.com.es/2015/11/populismos-una-defensa-de-lo.html
Pero el fenómeno tiene además un alcance mucho mayor allí donde no se logran niveles democráticos aceptables o donde ni se plantean, varios autores tratan en este ¿Está en declive la democracia liberal? la cuestión.

En 88 Estados del mundo de 195 los ciudadanos gozan de libertades civiles, lo que significa que las disfruta el 40% de la población mundial, obviamente con diferentes intensidades. Entre los Estados más libres según Freedom House los primeros son Finlandia y Noruega, en el grupo de los parcialmente libres se encuentran países como Serbia o Irán, y en el de no libres los hay como Zimbabue y Somalia, este último el menos libre del mundo. Respecto a la evolución los más libres han ido incrementándose tras el colapso soviético y si en 1984 eran el 32%, en 1994 ascendían al 40%, el 46% en 2004 y en idéntico porcentaje en 2014; los menos libres sin embargo han pasado del 35% en 1984 al 26% en 2014.
Siempre se agradecen los gráficos de Vanguardia Dossier.

¿Se halla en declive la democracia? se pregunta Marc F. Plattner: y apela a Samuel P. Huntington como no puede ser de otra manera situando el inicio de la democracia en 1828 cuando en EEUU se alcanza el 50% del sufragio del total de la población adulta masculina; después vendrán las diferentes oleadas, la primera de 1828 a 1926, la segunda de 1943 con retrocesos entre 1958 y 1975, y la tercera en los años 80 y 90. Y es que siendo cierto que la tercera oleada ha cesado, también lo es que no ha habido ninguna en sentido contrario según el autor, lo que resulta muy discutible si consideramos el auge del autoritarismo como un ciclo. Y es que aunque optimista respecto a la posibilidad de que la democracia recupere impulso como en otros momentos de la historia, el autor concluye: “El declive global de la democracia se halla en fase temprana y dista de ser irreversible, pero presenta un serio peligro. La situación puede aún modificarse (…) requiere la determinación y la convicción democrática lamentablemente ausente en los últimos años entre los líderes de las democracias del mundo.”
Larry Diamond se plantea el Hacer frente a la regresión democrática y para ello analiza diferentes casos concretos, y aunque optimista, plantea como elemento clave trabajar para la consolidación de las democracias que han emergido en las últimas décadas, aun así en su pormenorizado análisis indica que el mundo ha experimentado una moderada pero prolongada regresión desde alrededor de 2006. Además de la falta de mejoría o de un moderado desgaste de los niveles de democracia y libertad ha habido otros motivos de preocupación, como el índice de crisis democrática, un deterioro y pérdida de calidad en los países de mercado emergente, un aumento de autoritarismo en Estados grandes y estratégicamente importantes y el hecho de que en democracias establecidas empezando por Estados Unidos, se comienza a carecer de voluntad y autoconfianza para promover la democracia de forma efectiva en otros países.
“Es esencial que los demócratas en las democracias asentadas no pierdan la fe. Los demócratas cuentan con la mejor gama de ideas. La democracia puede retroceder de uno u otro modo en la práctica, pero sigue aumentando globalmente por lo que respecta a los valores y las aspiraciones de los pueblos. Tal coyuntura propicia importantes nuevas oportunidades para su crecimiento. Si su actual regresión degenera en una crisis profunda, será porque quienes vivimos en democracias asentadas nos hemos convertido en nuestros peores enemigos.”
Steven Levitsky y Lucan Way apuntan a El mito de la regresión de la democracia; si en los noventa los analistas mayoritariamente erraron calificándola de década democrática sin precedentes no viendo un periodo de crisis autoritaria donde la mejoría económica permitió un contexto menos hostil para la estabilización de regímenes autoritarios antes débiles, y señalan  que la democracia en la última década presenta más bien su resistencia y tenacidad frente a un ensombrecido panorama geopolítico, pero antes una perla:
“… factores estructurales como el nivel de desarrollo, la desigualdad, el rendimiento económico, la abundancia de recursos naturales, la capacidad del Estado, la fuerza de la sociedad civil y los vínculos con Occidente siguen afectando notablemente el grado de probabilidad de alcanzar y mantener la democracia. No es una casualidad que la mayoría de las no democracias que quedan en el mundo se hallen arracimadas en Oriente Medio, el áfrica subsahariana y la antigua Unión Soviética (…) Camboya, Etiopía, Kazajistán, Libia o Iraq, pero las esperanzas de que la democracia se haga realidad en estos casos carece de fundamento teórico o empírico. Y la frustración de las expectativas infundadas no debería ser confundida con la regresión democrática.”
Richard Youngs se pregunta si a un Nuevo orden global, ¿nueva democracia?, y plantea la llegada de la democracia a Estados que a diferencia de Occidente la conocen sin la experiencia previa del liberalismo; y siendo un llamamiento a la defensa de la diversidad plantea serias dudas, la experiencia demuestra que sin libertad económica no hay libertad política, ningún modelo ha logrado cambiar esa ecuación en sus distintas formas.
Manuel Castells tiene dificultades para disimular su fascinación por grupúsculos tan poco democráticos como Podemos o CUP en referencia a España y plantea un análisis incompatible con la base democrática y de un sesgo que incluye incluso un ataque a otro partido emergente en España como Ciudadanos en una demostración de la falta absoluta de rigor científico en el análisis, realmente lamentable, todo un ejemplo del bodrio populista en su máxima pretenciosidad: “En la crisis política actual se mezclan la crítica a los partidos tradicionales, la crítica a formas obsoletas de representación ciudadana, la crítica a la dominación de las políticas públicas por los intereses privados y la defensa de la soberanía popular frente a las imposiciones unilaterales de la Europa alemana. Todas estas críticas fueron formuladas y difundidas por movimientos sociales, tanto el 15M como el independentismo catalán. Y por tanto no son fácilmente negociables ni adaptables a los marcos institucionales.” ¡Por eso no son democráticas, señor Castells!
Factores económicos y sociales del declive de la democracia es el análisis que realiza Joshua Kurtlantzick, uno de los especialistas en temas asiáticos. El autor evidencia la mayor propensión a la vecindad pacífica de los Estados democráticos respecto a los autoritarios, constata casos de “democracias fallidas” como las que líderes emanados de las urnas como Erdogán, Orban, Hun sen, Correa, Maduro, o Vladimir Putin pero también reivindica como bases más firmes las democracias del mundo actual que las que se presentaron entre 1945 y 1988. Su análisis de Tailandia como ejemplo de Estado que retrocede democráticamente en favor del ya familiar autoritarismo militar es ilustrativo de su muy matizado optimismo.
Y llega el análisis estrictamente territorial:
Cristopher Hare y Keith T. Poole tratan el caso de los Estados Unidos desde La polarización partidista y su efecto sobre la democracia: y es que advierten que la coyuntura política y económica podría deparar un conflicto entre demócratas y republicanos en el Congreso así como entre sus partidarios en la sociedad estadounidense pero no como para ser una amenaza para las instituciones democráticas. La evolución histórica del partidismo norteamericano y con matices apuntan a una dimensión liberal-conservadora en las élites políticas no así entre la ciudadanía políticamente informada y comprometida.
“No creemos que los derechos democráticos esenciales en EEUU corran riesgo, pero existe una posibilidad real de un retorno a la violencia y los disturbios que marcaron la política durante la década de 1960 en tiempos de la guerra de Vietnam. Este riesgo aumenta por el hecho de que, como la mayoría de otros países desarrollados, EEUU está sumido en un régimen de crecimiento bajo con un elevado nivel de desigualdad en los ámbitos de los ingresos y la riqueza. Eso cambiará.”
Michel Wieviorka es una de las mejores aportaciones que este número ¿Está en declive la democracia liberal? de Vanguardia Dossier presenta; desmontando el triunfalismo de Francis Fukuyama que tras la caída del Muro de Berlín anunciaba el fin de la historia y la entrada de la humanidad en lo sucesivo en la era de la democracia liberal; hoy, los regímenes autoritarios apenas cuentan con apoyos en los países democráticos como en los años setenta pero más de tres décadas después de la caída del comunismo la democracia presenta una realidad problemática. Y hoy ya no es una cuestión de oponerla a otros tipos de regímenes en otros lugares o tiempos pero requiere soluciones y el autor pone algunos ejemplos: el paro, y cita el caso ruso, donde la carencia democrática es acuciante desde 2008 y se evidencia una nostalgia a la época soviética en la que se accedía directamente al empleo, a la educación o a otros servicios y al no verse satisfechas las expectativas económicas aparecen pulsiones nacionalistas y de odio a minorías.
La democracia liberal reconoce con más facilidad a ciudadanos dotados de derechos y deberes que a identidades colectivas: el desafío que se plantea a la democracia consiste en asumir las demandas culturales o religiosas evitando dos escollos: el comunitarismo negador del vínculo social y cívico y el universalismo abstracto negador de las raíces y los anclajes colectivos.” Este aspecto Wieviorka lo contextualiza citando ejemplos tan diferentes como las particulares “crisis” de nacionalismos periféricos en Estados democráticos o el multiculturalismo, quizá con más espacio hubiera podido explicarlo mejor.
Los límites de la representación política y su conflicto con visiones de democracia deliberativa o participativa y el papel de internet, los dilemas de la soberanía popular cuando está lleva al poder a posiciones que topan con los propios valores democráticos, la separación de poderes que, por ejemplo, en casos como el terrorismo, depara situaciones de choque entre el poder ejecutivo, legislativo y judicial incluidas leyes que podrían restringir libertades individuales.
“La crisis de la democracia liberal, actualmente, en numerosos países, mantiene un estrecho nexo con la crisis o la falta de movimientos y conflictos, ya sean sociales o culturales.”
Daniel Zovatto constata que la democracia es la forma mayoritaria de gobierno en América Latina a diferencia de hace solo tres décadas y media y que esta convive con altas tasas de pobreza, desigualdad, corrupción y criminalidad, es una pena que este artículo no haya sido escrito tras los cambios decisivos de estos días en los gobiernos de Argentina y Venezuela porque el autor apunta a una encrucijada histórica que marcará el rumbo para las próximas décadas; sin duda este asunto merecía más atención por su trascendencia.
África es abordada por Richard Joseph que culpa a factores externos como el auge chino, el autoritarismo ruso o los conflictos en Oriente Medio, el yihadismo o la consolidación de los sistemas liberales como elementos de freno de la democracia liberal en África. Hay algunos casos subsaharianos que el autor ve con mayor esperanza.
Y China con una atrevida presentación: ¿un modelo político alternativo para las democracias occidentales? Ivan Krastev sostiene que el nuevo siglo está marcado por la aceptación del lenguaje de los derechos humanos aunque ello no implique democracia, constata el descontento en esta y en todo un salto al vacío afirmando al sistema chino como basado en un principio de liderazgo colectivo que impide el autoritarismo personalista explica por qué China es más democrática que Rusia:
1-Hay mayor rotación de poder.
2-El gobierno chino no penaliza la protesta laboral, la represión sobreviene si hay un intento de auto organización.
3- China aun siendo más autoritaria y comunista que Rusia posee un sistema de decisión más integrador y de mejor calidad y su liderazgo colectivo acepta como legítima la discrepancia.
4-Mientras que en Rusia la élite lo es por cercanía con el poder en China es meritocrática.
5- China realiza sus políticas a través de la experimentación de diferentes modelos en diferentes regiones al contrario que en Rusia.
Un artículo este de Ivan Krastev que elude por completo la realidad de un régimen como el chino que hoy continúa siendo un modelo totalitario sencillamente impresentable como una alternativa a los regímenes democráticos, ni tan siquiera a modelos autoritarios tan poco deseables como el ruso y que a buen seguro el lector mínimamente crítico va a quedarse sorprendido tras su lectura.
La sección libros, viajes, historia amenizan este último número de Vanguardia Dossier una vez más.




miércoles, 25 de noviembre de 2015

Populismos, una defensa de lo indefendible de Chantal Delsol, El Populismo de Loris Zanatta, y la anti Ilustración como rebelión contra lo real.


Cada generación estudia el fenómeno de los populismos desde una perspectiva histórica y espacial diferente aunque hay rasgos comunes dónde todos sus estudiosos ponen el acento, pero sigue siendo determinante el cuándo y el dónde; y es que a alguno nos cuesta reseñar sobre populismo y no citar a José Álvarez Junco: bueno sí, por qué no, todavía no se ha superado a nivel nacional su El Emperador del Paralelo, el Lerroux capaz de mutar del izquierdismo incendiario en 1909 al republicanismo de orden de 1934, pero hay más respecto al populismo en general:
“… desde la ida al pueblo de la intelectualidad rusa hasta la dictadura social de Perón, pasando por el nacionalismo de Gandhi o Nasser o los vagos llamamientos al hombre de la calle que prodigan los políticos de las más diversas orientaciones (…) Carecen, en general, de organización estable, de base social homogénea, de ideario o visión del mundo claramente formulados, de programa o propuestas de reforma bien articuladas… Por el contrario, predominan en ellos discursos o consignas vagos y apasionados y en lugar de vínculos formales con instituciones lo que tienen sus seguidores es intensos lazos emocionales con un dirigente carismático.” La obra de Álvarez Junco al respecto del populismo es inapelable y no quería dejar de citarla porque los estudios sobre el tema no son en absoluto nuevos, los ha habido siempre, volviendo a él, anti-elitismo, anti-intelectualismo y anti-tecnicismo: “Más que un rasgo modernizador, este elemento clave parece un rasgo del mesianismo religioso o del paternalismo monárquico del Antiguo Régimen”. No se lo pierdan, El País 2014(http://elpais.com/elpais/2014/11/04/opinion/1415132749_364183.html).

De los dos libros que voy a tratar comenzaré por el más provocador, Populismo una defensa de lo indefendible de Chantal Delsol (Ed. Ariel), la directora del Instituto Hannah Arendt y toda una personalidad de las ciencias políticas francesas que escribe un texto que parte de una premisa tan “indefendible” como que el populismo actual es un fenómeno nuevo aunque apele a Aristóteles para defenderlo (política como reino de la opinión, no de la verdad), o afirme sin pudor “… salvo en algunos lugares privilegiados donde la defensa del arraigo ha sido reconocida e integrada en el debate: no hay populismo en Gran Bretaña o en España”; pero no se asusten, si la forma del libro es toda una provocación, “el populismo sería, pues, el apodo con el cual las democracias pervertidas disimularían virtuosamente su desprecio por el pluralismo” no lo es el fondo, me temo que a populistas como Marine Le Pen, Pablo Iglesias o al ya dimitido Nigel Farage les habrá encantado, otra cosa quizá hubiera sido si lo hubieran entendido.
Un ejemplo: “Todo análisis de la demagogia, antepasada de nuestro populismo, deja entrever la diferencia entre el principio de placer y el principio de realidad, el primero ligado al instante, el segundo a largo plazo. Lo propio del demagogo es complacer en el instante, pretendiendo que todo es fácil y que se puede obtener cualquier cosa, y disimulando las dificultades y los esfuerzos esenciales.” A través del concepto griego de ciudadanía y de la demagogia como perversión de la democracia, Chantal Delsol sitúa lo que después se convertirá en populismo en la división entre pueblo inculto y élite educada, y es que sostiene que el paso de la demagogia antigua al populismo moderno se afianza en el paso de la razón griega a la ideología en la época moderna; así, en otra muy discutible afirmación, el populismo moderno aparece con la democracia donde un jefe, mediante su complicidad con la masa, puede llevar a cabo de alguna manera un secuestro del poder legal. El uso del concepto es complejo, a veces la autora juega con él para afirmar sin necesidad de hacerlo en una trampa intelectual al lector que hace la lectura muy dinámica y divertida. Abusando una vez más de conceptos como los “defensores del pueblo”, estos inicialmente en la etapa moderna serían de izquierdas y posteriormente de derechas: la costumbre lingüística ha calificado a los primeros de populares y a los segundos de populistas.
También es muy discutible la afirmación de que casi nadie reclama para sí el populismo, este es un libro netamente europeo, lo cual es un hándicap para el lector más global; igualmente plantea dudas la aplicación de la neolengua a las élites frente a estos grupos que al no haber conceptualizado sus convicciones no estarían dotadas de estas según sus críticos, solo de emociones; volviendo al caso latino, desde el peronismo al mundo bolivariano o por una secuela del mismo como Podemos español, hay todo un abuso del metalenguaje político a la carta.
Chantal Delsol en este Populismos, una defensa de lo indefendible, vuelve a prejuzgar al idiotes clásico como aquel que busca la verdad universal en la esperanza y no en la teoría; en la modernidad, lo universal se ha transformado en un sistema de dogmas, así que el idiotes hoy, el populista, se caracteriza por las ideas precisas que transmite, y por un desacuerdo concerniente al estatus de la particularidad y de lo universal.
A partir de la Ilustración el logos como verdad definitiva y absoluta del hombre se transforma en la Verdad como emancipación frente a su contrario, el arraigo ligado a la tierra natal y sus costumbres, al pasado como fuente de porvenir, el hombre vinculado con un territorio y su cultura, ha conservado el ideal moral del héroe, consagrado por el sacrificio y la grandeza, que conoce al prójimo al que ama y detesta al otro. Su libertad está situada en el tiempo y el espacio social y tiene tendencia a temer, su papel no es bonito, no beneficia al prestigio del porvenir.
El populismo contemporáneo expresa una reacción contra el desarrollo de conceptualizaciones universalistas desde la Ilustración; esta, no inventó la emancipación, pero sí la ideología emancipadora, que no conoce ni patria, ni clan, ni antropología; solo conoce a humanos autodefinidos, iguales y dotados todos de los mismos derechos.
El idiotes, el populista, es anti Ilustración como rebelión de lo real, solo lo particular es real, los grandes relatos se apoyan en conceptos que no existen y cuanto más universales menos aún.
“Hoy el populismo expresa en la mayor parte de los casos, de forma errática y violenta, un conservadurismo que no consigue expresarse de manera coherente en los lugares oficiales (…) El rechazo de la globalización, naturalmente, contribuye a mantener el populismo, pero está lejos de representar su fuente principal  y, sin embargo, es el único que la opinión común puede considerar confesable, puesto que ataca al deshonrado capitalismo.”  
La democracia no pretende reconocer al pueblo tal cual es, sino como un pueblo elevado a la conciencia del bien público, el populista no es un ciudadano en el sentido de la Razón ilustrada y esta se siente amenazada por él que pierde la condición de ciudadano.
El nazismo como puro y duro populismo precipitó la idea del arraigo a unas tinieblas de las que no ha salido aun porque se habían apoyado en la nostalgia de las tradiciones y de las comunidades abolidas; y ello que ideológicamente bebía fundamentalmente de fuentes paganas, se apoyaba en el eugenismo y el darwinismo del siglo XIX, todas ellas ideas que nada tienen que ver con el conservadurismo; en Europa hoy se rechaza todo pensamiento capaz de oponerse al individualismo y la emancipación, se asocia con el arraigo, el particularismo, el autoritarismo…
“El populismo, bajo este aspecto (voluntad de acuerdo directo entre un pueblo y su jefe, por desconfianza de los mecanismos de representación) responde a la excesiva complejidad de la democracia racional legal(…) sin embargo el sentimiento (justo o no) de no estar representado, no se traduce necesariamente en un rechazo a la mediación política(…) los populistas consideran que el abanico de las visiones del mundo sometidas a debate y la alternancia no es lo bastante amplio, porque sus ideas no se admiten allí. Denuncian lo que llaman una democracia amañada, porque limita el pluralismo a una variedad de opiniones a sus ojos demasiado estrecha.”
Siendo como es una reacción contra el racionalismo consensuado, arraigado en las instituciones, el fenómeno populista reclama el carisma del jefe y su electorado pone todas sus esperanzas en él; una vez no reconocida la organización racional-legal solo queda el carisma, aunque ello también responde a la simpleza de una corriente de ideas que no es una doctrina y que suele ser una adición a reacciones a veces contradictorias que impide un pensamiento coherente y argumentado.
Lo que Chantal Delsol nada inocentemente llama “juicios de la elite”, los campos semánticos para calificar a los “medios populares” serían la brutalidad, la tontería, el ensimismamiento, la frustración, la renuncia al progreso… “en una sociedad que se considera a sí misma democrática y moral, el desprecio se ha elevado al rango de virtud”.
La comparación entre apertura y cerrazón, entre lo universal y lo particular, se expresa también en lo territorial, en las diferencias entre centro y confines, entre capital y provincias; también fuera del Estado soberano.
La educación del pueblo con el reproche a las élites de desconocer los límites y el sentido de la realidad, cierra este Populismos una defensa de lo indefendible de Chantal Delsol antes de la conclusión:
“… una democracia que inventa el concepto de populismo, o dicho de otra manera, que lucha mediante el escupitajo y el insulto contra opiniones contrarias, demuestra que falta a su voluntad democrática. Manifiesta que sus élites, a pesar de su discurso, no han aceptado la controversia, y restablecen la perpetua lucha de clases, exasperadas al no poder imponer sus verdades”.

La edición de la editorial Ariel, discreta, añade bibliografía.
Como ven estamos ante un libro de difícil contraste con la realidad política, de hecho la defensa en medios que ha hecho la autora intentando traducirlo a la realidad política en algunos casos roza el disparate para quien no haya leído previamente la obra, no solo con la no francesa, pero el viaje es delicioso y el mecanismo mental al que el lector es llevado resulta fascinante aunque cueste asumir como propio que la defensa de la democracia representativa que mayor cotas de libertad y convivencia del conjunto de la sociedades que la gozan han disfrutado en la historia, sea propio de élites y que el mundo se divida entre pueblo y casta; no es así, seguiremos creyendo en la ciudadanía y sus representantes, en la Razón ilustrada, y en la legitimidad democrática racional legal (Weber).

El populismo de Loris Zanatta (Ed. Katz), un análisis histórico del fenómeno realizado por un historiador italiano con la mirada en Argentina, es especialista en América Latina; ya les anuncio que con toda lógica no ha gustado a populista alguno y es un libro controvertido, muy directo aunque como es inevitable en un tema tan deforme y de tanta dificultad en su caracterización.
Echando mano de Isaiah Berlin, el populismo partiría de la idea del pueblo como comunidad previa e indivisible cuya esencia y armonía se debe recuperar y proteger de la degradación, llama a la movilización en defensa de la soberanía popular, es antipolítico y aparece en periodos de crisis:
“… en el núcleo del populismo encontramos un horizonte ideal que no solo rechaza el ethos de la democracia de tipo liberal, sino que lo convierte en la corriente antiliberal  más poderosa de la era democrática”.
Sufre tendencia a expresarse a través de liderazgos carismáticos que exacerban una visión maniquea del mundo y de las relaciones sociales representadas como el campo de batalla del bien y del mal, reducido a amigos o enemigos; este liderazgo y su identificación con un líder es esencial para plasmar la identidad común y unívoca y además tiene pretensiones de dimensión ética, “desde la cruzada falangista que transformaba en infieles a los enemigos políticos hasta Berlusconi que afirma haber entrado en política para derrotar al mal y combatir a los comunistas anti italianos, o la interminable serie de expresiones ofensivas que descarga  Cristina Kirchner y que descargó Hugo Chávez sobre sus enemigos.” No faltan otros ejemplos que van desde Mussolini a Beppe Grillo, Franco o el nacionalismo vasco y catalán o latinoamericanos como Perón.
Surgidos tras  la modernidad (1789) puesto que se basan en la soberanía popular, cuando el populismo se impone su ansia totalizadora hace propia la dialéctica pluralista a pesar de que previamente la ha suprimido en una clara contradicción por el contraste intrínseco entre el carácter plural de las sociedades modernas y la utopía comunitaria, lo que condena a institucionalizarse o colapsar.
“En su visión maniquea del mundo, los populismos insisten en una suerte de fundamentalismo moral que les permite levantar un muro entre la virtud del pueblo y los vicios de sus enemigos. Esto nos introduce en su naturaleza genéricamente religiosa, expresada más que nunca en la propensión del pueblo populista en la devoción por su líder (…) El orden natural que para los populistas significa la comunidad formada por el pueblo, en realidad, tiene mucho de orden divino, al cual, desde una perspectiva religiosa, debería corresponder al orden terrenal.” El fascismo en Italia, como el castrismo en Cuba, el franquismo en España como el régimen revolucionario de México no se limitaron a monopolizar el poder, se imponen como fuentes de ideología del Estado, de un catecismo ideológico de obligado cumplimiento; la ideología en los dos primeros casos o el dogma en los siguientes, cumplen esa función; obviamente el populismo actual mitiga ese fervor “religioso”, pero siguen buscando una legitimación de tipo religioso que encarne una comunidad indiferenciada.
La cuestión de la inmigración también se trata en clave populista en este El populismo de Loris Zanatta, desde la óptica de estos movimientos, el inmigrante puede resultar un peligro vital para la comunidad nacional, por ello es homogeneizado o asimilado por el país de acogida o neutralizado; este proceso delimitador de la comunidad nacional se manifestó cada vez más a finales del siglo XIX con la difusión de las ideas revolucionarias en plena discusión social, que acabó en un conflicto capital y trabajo: el revolucionario, el instigador, el sindicalista, el líder campesino, anarquistas, comunistas… se convierten en arquetipo de la comunidad orgánica.
En América Latina por el carácter artificial de las comunidades que sirvieron para la homogeneidad y que sirvieron a los populismos para excluir a los indígenas, quienes más derecho tenían a preservar su identidad: teorías eugenésicas, teoremas antropológicos, estereotipos racistas… pero también en Europa, especialmente en sus aventuras coloniales, durante mucho tiempo el indígena o el “moro” son identificados como el enemigo.
“… el populismo es un concepto que expresa la visión del mundo que se encuentra en la raíz de los totalitarismos”, lo que no hace a todo populismo en totalitario, pero es por naturaleza antiliberal y anti Ilustrado. Y cuando el populismo se convierte en régimen, ¿Quién es su enemigo?: el oligarca desde luego cuando son populismos “progresistas”, o bien el subversivo en los “reaccionarios”, pero sobre todo el opositor por ser el diferente; y es que ostentan el monopolio de la identidad.
Loris Zanatta reserva su espacio al “populismo latino”, contextualizado en una región de América donde las grietas sociales son notorias y más evidentes que en la europea, ya que derivan de los legados de la Conquista y del poblamiento de esas tierras a lo largo de los siglos: “América Latina se ha ganado la fama de continente populista por definición”; y es que ciertamente, allí el populismo nunca ha dejado de ser un sólido modelo rival a la democracia representativa, y ello entre otras razones se explica por el escaso arraigo de la visión liberal del mundo y las raíces profundas que el populismo disfruta desde la etapa colonial y que han ido fraguándose en la frustración causada en las democracias constitucionales; desde los años veinte y cincuenta del siglo XX, dados los efectos disgregadores sobre las sociedades locales de la modernización iniciadas en las últimas décadas del XIX y hoy todavía, tras intensa globalización, sigue siendo una realidad; en términos históricos refleja una transición particular y peculiar, en tantos aspectos incompleta, del orden antiguo al orden moderno, de la soberanía de Dios a la del pueblo. Una transición transformada por el populismo en un dogma de unanimidad política e ideológica.
Hace unos días en La Nación argentina Zanatta explicaba el declive actual: “Las razones abundan: mala gestión, arbitrariedad, corrupción, recesión. Pero hay algunas más profundas que otras y del todo nuevas. La primera es que los populismos de hoy son híbridos: tienen el mismo impulso totalitario de sus antepasados, pero no pueden, como hacían aquéllos, acabar con cualquier oponente. Los populismos de hoy viven, aunque incómodos, en la democracia, lo que los obliga a tolerar más pluralismo que el que quisieran, hasta tener que competir y correr el riesgo de la derrota. Y no sólo eso: mientras en el pasado el ciclo populista era a menudo interrumpido por la intervención de las fuerzas armadas, que potenciaban así el mito de los populistas como custodios de la soberanía del pueblo, ahora ese riesgo ya no existe. Por suerte. El populismo puede así completar su ciclo y exhibir sin más excusas los frutos de su gobierno, en general nada atractivos.” (http://www.lanacion.com.ar/1843963-se-desinflan-los-populismos-de-america-latina)
Como el autor que dedica su apartado al populismo de hoy, no veo grandes diferencias con lo ya visto, tampoco en España, los nacionalismos periféricos o delirios de la desafección como Podemos y demás secuelas de movimientos tan pobres en su sustrato ideológico como el 15M son pura retórica populista en su versión más prototípica y clasificable en ejercicios como este El populismo de Loris Zanatta que concluye:
“El populismo es un fenómeno universal, con un pie en un pasado comunitario que suele evocar a cada instante y el otro en la modernidad donde trasvasa de ese pasado, secularizándola, el aura sagrada, el imaginario monista del cual es heredero (…)esencia ideológica de fenómenos políticos e ideológicos que en el siglo XX han evocado la comunidad absoluta del pueblo para oponerse al avance del liberalismo político, del capitalismo y de la cultura individualista.”

La edición de Katz aporta un útil glosario y una discreta bibliografía y dentro de su humildad cumple sobradamente con las expectativas del lector.
Con todas sus contradicciones y a veces desenfoques, Loris Zanatta ha entrado con El Populismo en la categoría de imprescindibles en su campo.



El populismo hoy sigue siendo un gravísimo problema para las democracias representativas y es muy difícil clasificarlo; en esta reseña estaba previsto otro libro pero a pesar de su edición recientísima resultaba tal pérdida de tiempo para el lector que he preferido ahorrárselo, la huerta bibliográfica al respecto aunque grande es muy irregular. Y es que la desafección pone en niveles de protagonismo a verdaderos delirios de la misma hasta el punto de convertir a dialécticas “pueblo-casta” en  tomar el cielo por asalto o al “España nos roba” como auténtico bodrio nacional de un tiempo donde el populismo está desgraciadamente en pleno auge, no solo en España, también en el resto de Europa de distinto signo y afortunadamente ya en declive en una América Latina que necesita liberarse de él para intentar alcanzar niveles democráticos de calidad por primera vez en su historia.